abril 21, 2013

LOOR EN SUS FIESTAS DEL XLIV ANIVERSARIO DE CANTONIZACIÓN PUTUMAYO PUEBLO TRIFRONTERIZO





 Principio y fin de la patria.

 
Anclado en la Amazonía ecuatoriana, al nororiente de la provincia de Sucumbíos se encuentra una biodiversidad natural y cultural, un escenario de magia, belleza y encanto que nos hace pensar que Putumayo es un lugar privilegiado por Dios.
Custodiado por dos afluentes principales Rio San Miguel y Putumayo, motores de desarrollo e integración, a través de una de las actividades principales el comercio, la pesca; pero motivo de sorpresa cuando las aguas crecen y provienen las inundaciones como la última ocurrida en julio del año anterior, luego de casi 30 años que no se vivió algo similar.
En este mes de abril este rincón patrio ubicado en zona de frontera limitando al norte con Colombia, al sur con el cantón Cuyabeno, al este con la hermana república de Perú y Colombia y al oeste  con el cantón Lago Agrio y Colombia; celebra sus 44 años de cantonización, de lucha y de trabajo para los putumayenses.
Desde hace cuarenta y cuatro años, en 1969, en la presidencia de José María Velasco Ibarra, mediante Decreto Ejecutivo 069; se vio cristalizado el sueño de aquellos hombres y mujeres, que dejaron sembrado el futuro para quienes hoy habitamos esta hidalga tierra; llena de costumbres, donde aún se aguardan las más deliciosas y exóticas tradiciones.
La gastronomía emana el sabor natural que es sinónimos de salud y bienestar de ahí que se habla de las bondades curativas del mayón (mojojoy), los maitos, el verde, la yuca, o platos tradicionales como la mazamorra, tapado de yuca, caldo de pescado, sancocho de gallina, todo esto acompañado de una shilla (tazona)  de chicha preparada en la allpa manga (olla de barro) 
 Los hombres y mujeres putumayenses, en su mayoría se dedican a las tareas del campo, a la agricultura con el cultivo principalmente de cacao, yuca, plátano entre otros; a la ganadería; cuidado de los hijos, y en los tiempos libres con sus agiles manos realizan las artesanías con las semillas de San Pedro, artesanías en balsa, canastas de pikihua o yaré, las shigras de chambira, quillas y otros.
Cada una de sus parroquias, Palma Roja, Puerto Rodríguez, Puerto Bolívar, Santa Elena y la urbana Puerto El Carmen, tienen su propia historia, sus dificultades por situaciones geográficas, y por aquella mala propaganda que se ha difundido a nivel nacional, de que es un pueblo lleno de conflictos e inseguridades; pero no pasa de ser la percepción de quienes solamente nos visitan cuando lo negativo aflora. No tratamos de ocultar la problemática real, esta no es ajena a quienes habitamos en este sector, pero dentro de la radiografía general de Putumayo, no podemos pasar por alto el escenario natural y cultural que poseemos.


El Vocero Amazónico se une al festejo de este pueblo valeroso y luchador, centinela de nuestra patria.