Todos los días pasan dañados los cajeros, bueno eso es el decir
Todos los días vemos las inmensas
colas de personas, que rodean la manzana en las afueras del Banco del Pichincha,
desde las cinco de la mañana hasta las nueve que permiten el ingreso; ya en el
interior toca hacer diferentes colas para realizar algunos trámites y en muchas
ocasiones se pierde el tiempo hasta pasado el mediodía.
Es típico observar que después de haber hecho
cola toda la mañana, nos dicen que no hay sistema, que esa cola no le
correspondía, o simplemente se encuentra que los cajeros están dañados. Es
intolerable, inhumano y humillante el trato que estos bancos dan a los usuarios
o clientes, al parecer nos hemos acostumbrado a ser maltratados de esa manera,
nadie dice nada, ni las autoridades; quienes se limitan a observar y guardar un
silencio cómplice.
Esto es un atropello sin nombre,
en el Banco del Pichincha, colocaron más cajeros automáticos, pero casi siempre
están dañados o fuera de sistema, la mayor parte del tiempo está funcionando
uno solo, por esta razón es que se forman interminables colas; no es justo que
hasta ahora no hayan abierto una o dos sucursales más, porque el movimiento
económico es formidable y creo que nos merecemos mejor trato.