Reclaman que se acelere el proceso de referendo contra el presidente de Venezuela.
Policías y guardias nacionales con bombas lacrimógenas bloquearon el miércoles la marcha de varios miles de opositores que intentaban llegar a la sede del Consejo Nacional Electoral para reclamar que se acelere el proceso de referendo contra el presidente Nicolás Maduro, según informó Associated Press.
Al grito de “Urgente, urgente, un nuevo presidente” los manifestantes intentaron infructuosamente por más de tres horas movilizarse por algunas vías del norte de Caracas, pero cientos de policías y guardias nacionales les cerraron todas las vías hacia a la sede del Consejo, en el centro de la ciudad, debido a que la marcha no tenía el permiso de las autoridades.
En algunos momentos se produjeron roces entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. En un incidente un policía resultó herido en un brazo.
Uno de los cinco directores del Consejo, Luis Emilio Rondón, recibió un documento de la coalición opositora que exigió al organismo acelerar la revisión de 1.8 millón de firmas que recolectaron a favor del referendo en abril.
Al condenar el bloqueo de la movilización, el dirigente opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles dijo a través de su cuenta de Periscope que “esta lucha no ha terminado hoy. La lucha no termina hasta que respeten la constitución. No somos como el gobierno, que actúa con la fuerza bruta todo el tiempo”.
“Con el chantaje de la violencia no habrá referendo”, indicó Maduro al expresar su rechazo a las acciones de la oposición
Maduro dijo la víspera que si sus adversarios quieren marchar deben hacerlo en el este de la capital, donde gobiernan los alcaldes opositores. El mandatario afirmó, sin presentar pruebas, que existen planes para convertir las marchas opositoras en “eventos insurreccionales”.
“Con el chantaje de la violencia no habrá referendo”, indicó el gobernante al expresar su rechazo a las acciones de la oposición, que apuesta a realizar la consulta este año para sacar del gobierno a Maduro, cuya popularidad se ha visto golpeada por la crisis.
El oficialismo descartó que el referendo pueda realizarse este año y a pesar de que no se ha realizado una auditoría de las firmas, sostiene que en ese proceso se cometieron irregularidades.
En medio de los enfrentamientos entre el gobierno y la Asamblea Nacional Maduro afirmó el martes que el Legislativo “perdió vigencia política, es cuestión de tiempo para que desaparezca”.
Las tensiones políticas crecen mientras los venezolanos enfrentan una desbordada inflación, que se estima podría alcanzar este año 720 por ciento, severa escasez de alimentos, medicinas y productos básicos y una recesión económica que tiende a complicarse por la caída del precio del petróleo, la principal fuente de ingresos por exportaciones del país.