Estamos
de fiestas por motivo de carnaval, la mayoría de las organizaciones y los GADs
se han dedicado a preparar sendas programaciones por este motivo; sin duda
alguna se trata de un evento que atrae y mueve multitudes, es decir es la mejor
oportunidad para fortalecer las actividades turísticas y generar desarrollo y
productividad.
Las actividades
artísticas y culturales están a la orden del día, de igual manera los concursos
organizados por diferentes Instituciones y organizaciones, ya seas de coplas,
comparsas o las famosas camisetas mojadas; la carioca y el polvo también está
presente, al igual que el agua y las anilinas y cremas de los más variados
colores.
Lo único de malo es que
todavía quedan algunos ciudadanos y ciudadanas, que lanzan bombas de manera
indiscriminada a todo el mundo que cruzan las calles y aceras, les lanzan agua
con chisguetes hechos de tubos de PVC, los mismos que tiene una fuerte presión
y alcance; también han otras personas que acostumbran a lanzar huevos y todo lo
que tiene a la mano, como pintura de todo tipo, que dañan la ropa y la piel,
porque para sacarse toca utilizar tiñher o gasolina.
Estas actitudes
groseras y atrevidas, deben ser castigadas por las autoridades, porque aparte
que producen graves daños a la salud, atentan contra la economía de los
transeúntes, el medio ambiente y la vida misma de las personas; porque muchas
veces han ocurrido fatales accidentes, porque los agraviados intentan huir de
manera despavorida y sin precaución y son arrollados por vehículos, si son
peatones o atropellan a personas sin son conductores ya sea de carros o motos.
Desde luego que
el intento por culturizar el carnaval, de parte de las autoridades es muy
loable, pero se debe trabajar más en campañas de concientización, para lograr
el compromiso de la comunidad; de esto ya tenemos ejemplos dignos de imitarse,
como es el caso del carnaval de Ambato, el mismo que lo han convertido en una
fiesta de flores y frutas, también es cierto que para lograrlo, han tenido que
pasar por un largo proceso, opero nunca es tarde para intentarlo.
En Sucumbíos
estamos empezando y estoy completamente seguro, que a muy corto plazo, vamos a
lograr niveles aceptables y esta fiesta se convertirá poco a poco en un
verdadero emporio de desarrollo e impulso al turismo, el mismo que generará
ingreso de importantes divisas a nuestra provincia; eso será posible solamente
con autoridades visionarias, que no traten de sepultar las iniciativas
positivas, que a pesar de que sean de administraciones anteriores, se debe
rescatar lo positivo; como ocurrió con el Municipio de Lago Agrio, que
habiéndose Institucionalizado el carnaval a través de una Ordenanza vigente, se
la desestimó y se emprendió con otros programas que no contribuyen en nada y
más bien se realizan exagerados gastos económicos.
¡Que viva el
carnaval!, que lo disfruten sin excesos y que se entienda el verdadero mensaje
de estas festividades, que no sea solamente por llamar la atención, sino un
intento de cambio y transformación interna de las personas, sus actitudes y
costumbres.