“Se propone la creación de un Fondo de Tierras, conformado por tierras provenientes de latifundios improductivos, ociosos o inadecuamente explotados, tierras baldías, tierras apropiadas mediante el uso de la violencia y el despojo, y tierras incautadas al narcotráfico”, indicó las FARC en un comunicado dado a conocer en La Habana.
La propuesta del grupo guerrillero señala que se podría proceder a la distribución de esas tierras “a campesinos sin tierra y a mujeres, de manera prioritaria”, al tiempo que “se mejorarán las condiciones de propiedad y de producción de los pequeños y medianos propietarios, incluida la superación del microfundio”.
De este modo, los rebeldes continuaron con el anuncio de una iniciativa que incluye diez propuestas para una política de desarrollo rural y agrario integral con enfoque territorial y que han ido divulgando a la prensa en las últimas jornadas de la mesa de conversaciones que se desarrolla en Cuba.
Las aportaciones dadas a conocer este martes también enfatizan la necesidad de un “ordenamiento social y ambiental” que garantice el derecho al agua y a los usos de la tierra de la población. Además, piden considerar de manera especial el derecho de las mujeres y mantener una perspectiva pluriétnica y multicultura.
Los negociadores de las FARC y del Gobierno de Juan Manuel Santos reanudaron las negociaciones tras una jornada de descanso en este ciclo de conversaciones de 2013 que comenzó el pasado 14 de enero.
La propuesta del grupo guerrillero señala que se podría proceder a la distribución de esas tierras “a campesinos sin tierra y a mujeres, de manera prioritaria”, al tiempo que “se mejorarán las condiciones de propiedad y de producción de los pequeños y medianos propietarios, incluida la superación del microfundio”.
De este modo, los rebeldes continuaron con el anuncio de una iniciativa que incluye diez propuestas para una política de desarrollo rural y agrario integral con enfoque territorial y que han ido divulgando a la prensa en las últimas jornadas de la mesa de conversaciones que se desarrolla en Cuba.
Las aportaciones dadas a conocer este martes también enfatizan la necesidad de un “ordenamiento social y ambiental” que garantice el derecho al agua y a los usos de la tierra de la población. Además, piden considerar de manera especial el derecho de las mujeres y mantener una perspectiva pluriétnica y multicultura.