Pacientes del
Centro de Atención Médica del IESS, tuvieron que llamar a los periodistas para
ser atendidos. Por su parte, Homero Pazmiño, un ancianito de 88 años de edad,
dijo que nunca utilizó los servicios del IESS, después de 40 años de aporte al
Seguro Social Campesino, si vió en la obligación de acudir al Centro
Ambulatorio para que lo atiendan, pero
se sintió defraudado
Lago Agrio.-
En horas de la mañana del lunes 15 de
septiembre, varios medios de comunicación fuimos invitados por pacientes del
Centro de Atención Médica del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social IESS,
ubicado en la Av. Colombia y Cofanes de esta ciudad, para escuchar sus quejas
referentes al pésimo servicio que presta esa institución.
Ya en el interior nos acercamos a las ventanillas de
atención al cliente, observando que otro grupo de usuarios acalorados
reclamaban por la demora, para despachar y más bien reciben groserías y mal trato de parte de los
guardias y personal que labora en el lugar; incluso llevaban horas esperando y
nadie les daba respuesta a sus inquietudes manifestaron.
En otro costado del mencionado lugar, encontramos a
Homero Pazmiño de 88 años de edad, quien postrado en una silla de ruedas,
esperaba que lo atiendan de inmediato, en vista que sufre del corazón; sin
embrago le indicaron que tenía que pedir un turno por Call Center.
Por su parte y bastante molesto el hijo de Homero dijo
que su padre, vino transferido desde el sub-centro de salud del Seguro
Campesino de la parroquia Dureno, por la gravedad del caso; pero
lamentablemente todo fue inútil, comentó.
Hugo Suárez, esposo de otra paciente, anuncio
que lleva mucho rato esperando que atiendan a su esposa, pero
desafortunadamente no logró su propósito,
en vista que en ese lugar no existe el servicio de rayos X.
Al constar estos testimonios acudimos hasta el
director del Unidad de salud del IESS, pero adujo que no estaba autorizado para
dar declaraciones; posteriormente acudimos al despacho del Director Provincial
de IESS, pero tampoco pudimos conseguir ninguna versión y manifestó que tiene
que cumplir ciertas normas y no podía dar declaraciones.
Definitivamente esta Institución está de mal en peor,
dijo Franklin Galarza, quien sufrió en carne propia, la desidia e ineficiencia
del Seguro Social y dijo que no presentaba ninguna denuncia porque todos están
complotados y más bien pierde su tiempo y es mal visto.