LA
CALENTURA ELECTORAL
Todos
los Partidos y Movimientos Políticos empiezan a calentar motores para la
contienda electoral que se avecina, de la misma manera las y los candidatos
realizan todo tipo de programas y acciones,
para captar adeptos y para lavar un poco la imagen negativa que tienen
frente al electorado.
Unos
más hábiles que otros, para hacer notar menos sus intenciones, porque todo lo que hacen es pura campaña
preelectoral; sin embargo la gente disfruta y aprovecha la menor oportunidad
para hacerse presente, ante las y los bondadosos candidatos; algunos ciudadanos
saben perfectamente que todo esto se trata de un anzuelo, con una suculenta
carnada que sin lugar a dudas, es bien
aprovechada por los necesitados.
Pero
también es cierto, que aparte de la
inversión del gasto público, también está el sacrificio de compartir lo que les
sobra, de las importantes ganancias o canonjías que otorga el poder político y
económico; a pesar de que la mayoría lo hacen con prudencia, pero también hay
gente que lo hace con descaro y sin mayor pudor.
Los
gobiernistas empiezan a desesperarse por el crecimiento inusitado de la
oposición, algunos de ellos con mayor éxito que otros, pero de todas maneras en
política todo vale y la razón no pide fuerza, es que el poder agrada a más de
uno y cuando lo están percibiendo, resulta más agradable y dejarlo, sería una
locura.
Cualquier
acontecimiento es bueno para buscar notoriedad o para mantenerse en “forma”, es
decir no perder los votos “duros” y tratar de hacer olvidar los desaciertos y
deslealtades; aunque ellos afloran en el momento menos esperado, o dicho en
otras palabras en la recta final, para ello las estrategias están a la orden
del día y para cada caso existe una receta.
La
estrategia del Gobierno, según algunos analistas políticos de oposición, es
tratar de desaparecer a todo lo que signifique oposición y para ello utilizan
al obediente Consejo Nacional Electoral, quien se ha embarcado en una tarea
peligrosa, para la “revisión” de firmas de afiliación, cuya debacle se provocó intencionalmente en el mismo CNE.
No
existe la suficiente confianza del sistema implementado a remiendos por el CNE
y según algunos expertos informáticos,
el sistema tiene algunas fallas y finalmente puede ocasionar un
verdadero boomerang, con consecuencias impredecibles; que bien podría tambalear
el frágil sistema democrático de nuestro país.
Será
que se pretende que exista un solo partido político?, o que la oposición sea
desprestigiada?, como ya lo estamos viendo en algunos spots publicitarios; pero
también es cierto que los politólogos verdes han tomado algunas medidas
preventivas, como la de hacer aparecer,
impulsar y auspiciar otros partidos y movimientos afines al gobierno,
medida que puede resultar peligrosa, pero al parecer ya han medido el riesgo.
En
nuestra provincia las y los candidatos están claramente
identificados, incluso aquellos que supuestamente tendrían que entrar a las
famosas primarias; pues existen los mecanismos para amarrar las candidaturas,
patalee quien patalee; porque los que se hacen llamar democráticos, utilizan
las mismas artimañas y estrategias que los partidos tradicionales, a quien
tanto dicen atacar.
LA
EMERGENCIA DE SHUSHUFINDI
Las
emergencias se producen cuando existe alguna desgracia o desastre natural, ya
sea provocado por la naturaleza o por el hombre, la misma ley ha previsto que luego de
producidas las calamidades y con el visto bueno de los COE, se acude
inmediatamente al Gobierno para solicitar el decreto correspondiente y con este
recurso se evade procedimientos legales y reglamentarios y se actúa de manera
inmediata, ya sea movilizando equipos y recursos económicos, o realizando
compras y contratos a dedo.
Queremos
pensar positivamente que estas medidas y acciones, siempre son adoptadas y
ejecutadas de buena fe, pero también puede existir gente inescrupulosa, que
podrían aprovecharse de esta situación,
para hacer de las suyas y disfrutar sus apetitos económicos a costa de
la desgracia y el dolor de mucha gente, que busca ayuda en su desesperación.
En
nuestra provincia se han producido algunas emergencias, como la que ocurrió
cuando se quemó casi medio Lago Agrio,
cuando eran pocas casas en el 77; la del
terremoto del año 86; el derrame de petróleo en la Reserva Cuyabeno; de las tantas que alcanzamos a
recordar; pero no podemos tampoco afirmar, si en esas ocasiones se hicieron bien o mal
las cosas y creo que a esta alturas no vale la pena investigar y peor aún
juzgar.
Pero
ahora se ha producido una emergencia más en nuestro hermano cantón Shushufindi,
con el incendio del campamento de la empresa INCINEROX, la misma que se ha
venido dedicando desde hace más de diez años al manejo de los residuos sólidos
y peligrosos, producidos por las empresas petroleras, quienes manejan químicos
tóxicos de alta peligrosidad.
Hemos
visto con preocupación que se ha tratado de buscar culpables y se han echado la
culpa unos a otros, se ha involucrado el Municipio, los Bomberos, la Dirección
de Salud y el Ministerio del Ambiente como autoridad rectora en este campo; las
mismas autoridades se han contradicho en sus afirmaciones, el Comisario
Nacional, la señora Gobernadora, el Alcalde y
Concejales; entre otros.
La
polémica se ha desatado por determinar si en realidad la empresa tenía o no la
Licencia Ambiental, cosa que hasta la presente fecha no conocemos de manera
oficial, porque junto a la Licencia ambiental, viene una serie de obligaciones
y responsabilidades que tiene que cumplirse por parte de la Empresa o
Institución beneficiaria.
Esta
desgracia ocurrida en Shushufindi puede ocurrir en Sacha, en Tarapoa o en el
Coca, porque en esos sectores operan empresas que se dedican al manejo de los
desechos sólidos y peligrosos, contratadas ya sea por Petroecuador,
Petroamazonas o Andes Petroleum, las mismas que tienen subsidiarias o
subcontratistas.
La
población debería exigir a sus autoridades locales de elección Popular, en este
caso los señores Alcaldes, quienes por
iniciativa propia, deberían exigir que estas empresas exhiban sus Licencias
Ambientales y sobre todo que muestren sus Planes de Manejo Ambiental, que seguramente
los tienen en papel, pero nunca los aplican.
En
esta situación tiene mucho que ver el Ministerio del Ambiente, cuya Dirección
Provincial no se alcanza para la magnitud de control que le toca realizar, la
Unidad de Calidad Ambiental no tiene el suficiente número de técnicos para
realizar las inspecciones o auditorías; incluso no tienen ni vehículos,
equipos, implementos, ni los laboratorios necesarios; entonces cómo podemos
pedir que cumplan con sus responsabilidades, cuando no se les entrega de parte
del Estado, los implementos necesarios.
Creo
que esta emergencia producida en Shushufindi, nos invita a tomar medidas
urgentes como la de realizar alianzas estratégicas entre el MAE-GADP-GADM a la
que se debe involucrar a las organizaciones y Sociedad Civil en general, en
base de sus competencias establecidas en el COOTAD, las Leyes y Reglamentos que nunca se aplican.
Es
hora de que la Autoridades locales exijan al MAE que realice una Auditoría
Ambiental, con veedores de los GADP y GADM y la Comunidad, porque las plantas
de tratamiento y campamentos de las diferentes empresas que operan en las
provincias de Sucumbíos y Orellana, constituyen una bomba de tiempo, quizá más
fuerte y peligrosa que el mismo petróleo.
Los
Campamentos y Plantas de tratamiento a las que hago referencia, así como sus
trabajadores se desarrollan en condiciones precarias, anti técnicas e se
infringe la ley; no permiten el ingreso de ninguna otra autoridad, que no sea
de la empresa; incluso he sido testigo que hasta los mismos funcionarios del
MAE, se les ha impedido su ingreso, son verdaderos fuertes, hablando en el
lenguaje militar; porque no les conviene que nadie se entere de las
irregularidades de sus operaciones.
Ya
es hora de que se transparente la gestión de estas empresas y por delicadeza se
tome en cuenta y se respete a las autoridades locales, ni siquiera el MAE provincial es respetado,
porque todo viene aprobado desde Quito, las famosas Socializaciones y
Audiencias Públicas, son una verdadera tomadura de pelo; el problema es más
grave de lo que parece, pero nadie quiere meterle mano, ¿qué es lo que está pasando?.