El presidente interino de Brasil Michel Temer prometió luchar contra la corrupción, y en particular dice que apoyará la pesquisa sobre una enorme red de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
El propio Temer ha sido implicado por testigos en la investigación, aunque no ha sido acusado. Muchos brasileños temen que debilite una investigación que ha inculpado a decenas de empresarios y políticos del país. Muchas personas culpan a la presidenta suspendida Dilma Rousseff de la red de corrupción. Aunque ella no ha sido indiciada, gran parte de los actos de corrupción que se señalan ocurrieron durante los 13 años que el Partido de los Trabajadores estuvo en el poder, incluidos los 6 años que ella fungió como presidenta.
Los 21 miembros del nuevo gabinete de Brasil nombrados por el presidente interino Michel Temer se parecen a él: son hombres blancos. La presidenta suspendida Dilma Rousseff dio inicio el año pasado a su segundo mandato con un gabinete de 39 miembros, incluidas seis mujeres. De ellas, una era la única ministra negra del gobierno. Al igual que Temer, algunos de los miembros del nuevo gabinete son negociadores que no están libres del escándalo en la escena política en Brasilia.
Tres de los nuevos miembros del gobierno están implicados en la pesquisa por corrupción al interior de la petrolera estatal Petrobras. El senador Romero Juca será uno de los principales nombres de Temer en la política económica. El empresario Geddel Vieira Lima trabajará en las relaciones políticas con el Congreso./AP